Siendo lo que soy, reconozco mis adicciones al chocolate, etc… Pero las comidas que recuerdo, siempre, son con alguien muy especial. 

Pero…
Las mañanas como refugio mental de las tormentas, los Tifones de sueños. De un tutto revoluto. Revolcón en el último calor de un sueño que se desliza. Mirada a las sombras. Afinar el oído para las golondrinas. Hoy toca buscarme en medio de la batalla del día a día. No lucharé. Sólo miraré con extrañeza.
Y eso. Que feliz día y abrazote