La verdad es que ha amanecido con una lluvia alelada, ni alterada, tal vez de retirada. De un gris monótono de rodillo, que sobre pinta los verdes y negros de la montaña ausente. Con algún hueso o articulación, desarticulada. Y una invitación agradable y aguijoneada a taparte hasta los ojos.
Pero mi cerebro no piensa igual. Se ha levantado solito, con ganas de pintar las nubes de colores estridentes. Silbar un Bolero post punky. Y dejar que la sonrisa se convierta casi en unos labios estirados, pensativos, acaramelados… Salimos de caminata. Voy a dejar correr mis ojos por los recuerdos, los de un futuro pasado, los del próximo día, semana, mes, año…
Feliz día y abrazote.