¿Recuerdas cómo era la vida antes de Internet?

Caperucita no vive aquí.
Nunca quiso ser princesa.
Sólo pasa por la zona, mirando de reojo los minutejos que la impiden sonreír. La enervan. Se empeñan en tapar la vista de ese mar que queda a cientos de kilómetros. Navegar ausente que se perdería en ese horizonte, si no lo estuvieran tapiando.
Se adocenan pasos de chasquido silencioso. Callados silbidos de respirado intento. A dónde quedan los bosques? Dónde se pasea el ruiseñor, el verdejo, el picaflor?
Ya solo hay gaviotas de tierra adentro. Perdidas miradas que se asoman a un cielo gris. Con olor gris. Con caminar gris. Y somnolencia. Mucha. Demasiada.
La sonrisa envainada, a media asta, enmedio de un vacío que se rellena de respirar monótono. Sólo un esbozo…
Feliz día y abrazote.


Ongi Etorri