Hemos subido montañas, pateado caminos, recorrido senderos, y miradas, paisajes, descendido sin rodillas hasta los ríos, los mares, desde el Pirineo, hasta el Finisterre. Desde la nieve a las arenas. Pasado calor, mojado, frío. Poniéndonos raquetas para andar en sendas de alta montaña. Llevando las en las manos, andando por la playa, los pasitos por el final del oleaje. Ese que te lava el cerebro cada vez que una ola te lame los pinreles, porque un frescor intenso te muerde el cerebro. Como cuando masticas helado, en vez de chuperetearlo …

Y sólo hemos empezado. La de ciudades, caminos, montes, montañas y ciudades. Pueblos, senderos, callejones e inmensidades en las que agazaparse. Osos, lobos, vacas, corzos, víboras, ciervos, jabalíes… Un largo etc que nos queda por soñar, por patear. Pasear. Darte la mano. Besarte…