Décrivez un objet auquel vous étiez incroyablement attaché dans votre jeunesse. Qu’est-il devenu ?

Y aquí estoy.

Y todo fue por un palo, palo, palito palo e palo e.

Pero soy un poco básico. Y en vez de hacerme músico, o de quedarme sórdido de ambas manos, me quedé con el palito. Ya se sabe que a ciertas edades llega el acné o el vello público, que en público es casi una onomatopeya onomástica. 

Centrémonos, que andamos un poco dispersos, cómo…

Yo fui, y casi diría que sigo siendo, un fanático de los palos. Pero no de los garrotes, eso se lo dejo a bestia gente. No soy proustiano. Por definición.

Con mi primer palo, allá por mi tierna infancia, subido a un caballo imaginario, goberné los aires más altos, más fastuosos, realmente más de todo. Pero , no es que perdiese ese bastón tan inexacto. Me fue arrebatado. Si. Con un comentario añadido:

• Le vas a sacar los ojos a alguien.

Y eso que el Dios del viento del Nornoreste, ni se había dignado en soplarme. Ni siquiera indignado por sacarle la lengua. Eso lo vio un adulto, que de mano virivolteada me calentó la mejilla izquierda.

Luego vinieron palos, con los que gané a los tres mosqueteros; a los tres caballos del Apocalipsis Ahora; a hordas de flatulentos orejas puntiagudas, sin anillo en común; etc…

Luego me pasé a la Necromancia, la Terra Pizzaiola, los neuróticos de la Fuerza, y demás prestidigitadores adorables, y abrazote a todos. ( Hay que llevarse bien con esta gente ocupada en ocultismo, cultismo de ocupaciones obscuras. No obstante…)

Lo dejé por Félix. No el gato, el único único gato… Con nombre de poeta francés: De la Fontaine…  Ni del gato con botas y tropas…

Se me fue la cabeza… No recuerdo por dónde íbamos…

Resumiendo. Fue fusil, carabina, ayudante de carga, borrador de nubes inconsistentes, espada, lanzallamas…

Y ahora bastón. De mando, de artes marciales… Y sobretodo andador de colinas, que montañas, deslizando el ritmo sin prisa.

Perdoname de nuevo.

Creo que volví a perderme en tu sonrisa.