A demasiada gente nos han convertido en un rebaño, que ni siquiera rebaña , ni asolea, ni dispara matices o ideas, sesudas o filibusteras.

Lorito, papagayo, o ese ave del paraíso, familia de la urraca, que varía su canto a la novedad escuchada. Cotooooorraaaa. A la maña. El mañana es un tiempo inventado que nos acompleja, diletante y presumido, una mentira huera y nada nueva.

Que dislate. Que botarate. Que infamia es el ideal. O es la excusa para escudarse, escurrirse, escupir la inacción, de algo que llamamos  inaccesible.

Eso es lo que tiene el espacio tiempo, que no existe en prêt-à-porter, y menos en fotocopia, o siquiera psiquiátrica, evolución de un huevo. A huevo te lo dejé.